Hola a todos! Espero estén disfrutando del último puente del año porque lo que ahora se viene son todas las posadas y fiestas decembrinas con los compañeros de la escuela, el trabajo y la familia. Yo soy fan de estas fiestas la verdad, porque además de que me encantan los platillos típicos de la temporada, es una oportunidad para reencontrarnos con personas que a veces no podemos ver más que en esta época.
Pero bueno el día de hoy vengo a contarles de un restaurante que probé hace poco y que tiene como protagonista una de las cocinas orientales más importantes del mundo y que además es muy recomendable en cuanto a nutrición por sus ingredientes y recetas con poca grasa y carbohidratos. La gastronomía japonesa, es una de las más conocidas a nivel internacional y aunque muchas veces se fusiona con la comida local del país al que llega (como aquí en México que hemos hecho del sushi un alimento mucho más adaptado a nuestro paladar de lo que originalmente es), tiene como característica el uso de verduras, pescado, carne y arroz en preparaciones al vapor o la parrilla con condimentos muy sencillos.
Encontrar un buen restaurante japonés no es tan fácil como parece, pues aunque la preparación es sencilla, es fácil caer en la idea de que es necesario tropicalizar todos los platillos para que gusten a los comensales, por lo que mi recomendación de hoy es un lugar que a mi parecer ha logrado conservar algunos platillos tradicionales sin tener que «mexicanizar» todo. Ikebana se encuentra en Antea en la zona de restaurantes, específicamente junto a P.F. Changs y desde fuera se pueden observar las famosas mesas de Teppanyaki que distinguen a este tipo de cocina.
En esta ocasión, iba únicamente con dos acompañantes y queríamos tener un lugar en una de las mesas con parrilla, por lo que nos ofrecieron compartir lugar con otra familia (normalmente caben al menos 8 personas en éstas) y me pareció una muy buena opción para poder disfrutar de la experiencia. El menú es bastante amplio, en éste van a encontrar sopas, diferentes tipos de yakimeshi, teppanyaki, sushi, carne y pescado, los cuales son (en su gran mayoría) preparados al momento en la parrilla frente a ti, lo que te da además la ventaja de poder hacer peticiones especiales en el momento (sin sal, sin cebolla, sin mantequilla y todas esas cosas que algunos prefieren omitir).
Mi recomendación es pedir platillos para compartir (aunque en el menú indican que son porciones individuales), pueden pedir al mesero que traiga platos para dividirlos. De entrada esta vez pedí un kushiage de camarón, la verdad es que es de esos antojitos que nunca voy a rechazar y el de esta ocasión no me decepcionó para nada. Ya para compartir, decidimos pedir una sopa, que en este caso no fue caldosa si no más bien una especie de pasta que se llama: Yakisoba Hibachi, la cual tiene un sabor un poco picante por la salsa (sí, le pusieron picante para nosotros los mexicanos) pero conserva la pasta udon tradicional y el sabor es muy adaptable a todo tipo de paladar. En mi familia cuando vamos a comer algo oriental, nunca puede faltar el arroz, así que pedimos un Yakimeshi de camarón y de plato fuerte un Teppanyaki de verduras, el cual puede venir acompañado de camarones, pescado, pollo y/o carne (a su elección). El sabor de todos los alimentos me pareció bastante bueno, probablemente mi parte favorita es que puedes prácticamente personalizarlos porque los preparan frente a ti, así que es casi imposible que no te guste lo que cocinen.
El ambiente del restaurante es tranquilo para estar en la zona de Antea, sin embargo en fines de semana es muy probable que encuentren un poco lleno el lugar y si quieren reservar, tienen un número de WhatsApp para hacerlo (442 70 80 100). El servicio es bueno mas no excelente, a veces son un poco distraídos y pueden llegar a olvidar algunos detalles de los alimentos así que asegúrense de que tomaron nota de todo.
Y bien, ¿cómo está la movilidad aquí? Como en varias ocasiones he mencionado, Antea cuenta con bastante accesibilidad gracias a sus rampas, elevadores y servicios adaptados. El restaurante se encuentra en segunda planta (o piso 1, como quieran verlo) y pueden llegar directamente en el auto que se puede dejar en el Valet Parking o estacionarlo en cualquier otra parte de la plaza. La entrada al restaurante es bastante amplia, sin embargo para llegar a algunas mesas de Teppanyaki hay que subir un pequeño escalón, al cual pueden acceder con ayuda de alguien. Las mesas normales tienen bastante amplitud para sentarse con una silla de ruedas, sin embargo las parillas como en la que nos tocó, están un poco bajas por lo que es más cómodo usar una silla del restaurante para quedar a una buena altura. La movilidad en general es bastante buena, son pequeños detalles a mejorar pero es muy cómodo el espacio.
Pues ahí está mi recomendación de hoy, les agradezco como siempre leerme, no olviden dejar sus comentarios y recomendaciones para visitar más lugares!!!
Atte: Gato
P.D. Pueden ver más fotos de mis visitas a todos estos lugares en Instagram: el_gato_con_ruedas