Hola a todos! Espero que estén disfrutando del fin de semana y que hayan disfrutado de mi último post por Berlín. Como lo prometido es deuda, les vengo a platicar de una de las partes más importantes de mi viaje: la comida. Y es que además de que yo disfrute mucho el momento de sentarme en la mesa y disfrutar de una buena comida, hay que ser honestos, a través de la gastronomía se conoce también más de la cultura e historia donde nos encontramos, además de que muchas veces puedes conocer gente local y lugares muy interesantes.
Al ser Berlín la capital, uno puede encontrar restaurantes de diferente tipo de cocina, desde local hasta de otros países y por supuesto para diferentes presupuestos, todo depende de qué se les antoja y también de la época del año, pero casi les puedo asegurar que hay para todos los gustos, también se trata de explorar un poco y si pueden, pedir recomendaciones a la gente que vive ahí. Ahí les van mis reseñas de 5 lugares que pude visitar estos días:
What do you fancy love: Este pequeño restaurante está ubicado en una zona residencial de Berlín (no turística), tiene un estilo hipster y se podría decir que es el lugar más local que visité pues éramos los únicos extranjeros en él. Este lugar ofrece desayunos y almuerzos y aunque su menú es algo corto en cuanto a opciones (sobre todo para nosotros mexicanos que estamos acostumbrados a tener mil opciones de desayunos), debo admitir que superó mis expectativas. Lo que más recomiendo en definitiva son los bagels de guacamole (sí, el guacamole les queda delicioso), vienen acompañados de queso, jitomate y una proteína a elegir (pollo o salmón) y los jugos, son naturales y hay diferentes combinaciones. También cuentan con sándwiches y bebidas calientes, por lo que es un gran lugar para desayunar. El precio es algo elevado si pensamos que un bagel cuesta de 11 a 15 euros, pero en definitiva es uno de los mejores desayunos que tuve en mis días por Berlín, así que vale la pena visitarlo al menos una vez. El único inconveniente: tiene un escalón enorme para entrar y el espacio es muy reducido, por lo que pude pasar con la silla de ruedas gracias a la ayuda de mis amigos pero sí es algo complicada la movilidad ahí.
Mercadito navideño: Como les conté, pasé por esta ciudad en las época navideña, así que nos encontramos con más de un mercado navideño por la ciudad y no perdimos la oportunidad de cenar en uno de éstos y probar un típico platillo alemán. Si hay algo típico en esta ciudad (y en otras de Alemania) es el currywurst, un platillo hecho de salchichas con una salsa de tomate (parecida a la catsup pero en definitiva no es eso) con curry y acompañada de papas fritas. Si bien no fue uno de mis platillos favoritos, tampoco fue malo, muchos dicen que la receta es mejor en provincia, pero creo que es algo clásico que deben probar y si no van en época navideña, van a encontrar muchos locales en la calle donde lo venden. Creo que lo mejor fueron las papas fritas. También aquí probamos un chocolate caliente que si bien no tenía nada de especial (literal sabía a chocolate abuelita), en ese momento fue súper especial porque hacía muchísimo frío y vaya que nos ayudó a recuperar energía, además de que la taza que te dan es conmemorativa del mercadito navideño (cada mercado tiene su propio diseño) y puedes llevártela como recuerdo. La movilidad en estos mercaditos es bastante buena pues se encuentran en terreno plano y no hay escalones ni obstáculos para acercarse a los diferentes locales e incluso hay algunos donde hay servicios sanitarios adaptados.
Alex: En una de esas noches que se nos hizo tarde para buscar dónde cenar, dimos con este restaurante ubicado cerca de Alexanderplatz que ofrece comida local e internacional. Este restaurante tiene más opciones que la mayoría de los lugares a los que fuimos y van a encontrar sopas, ensaladas, carne, hamburguesas, sándwiches y postres por un precio medianamente accesible. Como ese día moríamos de hambre, nos decidimos a probar las hamburguesas, las cuales tampoco estuvieron nada mal y una vez más, las papas fueron lo mejor de la noche, pues son hechas en casa. El servicio es bastante bueno, una hamburguesa es más que suficiente para saciar el hambre y cuentan con menú en inglés por lo que es fácil para los extranjeros ordenar aquí. El espacio es bastante amplio por lo que moverme con la silla fue sencillo y tampoco hay escalones en la entrada, de hecho vi a un par de personas más con movilidad reducida aquí, por lo que en definitiva está adaptado para todo tipo de necesidades.
Tasty Asia: En una tarde fría, no sé a ustedes pero a mí se me antoja una sopa para retomar fuerzas, así que siguiendo el consejo de un pasajero del camión (sí, escuchamos a alguien en el camión recomendándolo), decidimos visitar este restaurante asiático. Este pequeño restaurante ofrece un menú muy variado de sopas, tallarines, arroz y carne con recetas tailandesas con sabor muy casero. Como yo iba con la idea de una sopa, decidí pedir una Miso, la cual estaba preparada con tallatines, pollo y verduras. El sabor era muy bueno pero la porción era exagerada (creo que era más de un litro de sopa), así que les sugiero compartir o pedir un platillo de pollo o arroz que vienen en porciones más pequeñas. El sabor de todos los platillos fue muy bueno y el precio fue muy razonable, por lo que recomiendo ampliamente el lugar. Si bien el lugar es reducido, no tuve problemas para entrar con la silla de ruedas y no hay escalones para entrar, así que la movilidad tiene una buena calificación a mi parecer.
Berliner Republik: siguiendo las recomendaciones de algunos blogs de personas que han visitado Berlín, llegamos a este lugar que es famoso por la manera en que venden cervezas, pues después de las 5pm, esto funciona como bolsa de valores, es decir que los precios de las cervezas cambian de acuerdo a la oferta y demanda que haya en ese momento en el restaurante, de hecho en las pantallas podrán ver cómo se mueven los números tal cual como en la bolsa de valores. Este lugar ofrece comida típica alemana y si bien tampoco me pareció que el sabor fuera excepcional, el lugar es bastante ameno y la ubicación es muy buena. Aquí probé schnitzel, el cual es básicamente un filete (de res) empanizado, acompañado de salsa de arándanos y con papas al horno salteadas con tocino y cebolla. Por tercera ocasión, las papas fueron las grandes protagonistas del platillo, pues esas sí que estaban deliciosas. La entrada a este lugar es muy pequeña y hay un gran escalón por lo que no fue tan fácil la entrada pero tampoco imposible. Ya adentro la movilidad estuvo mejor pues el espacio es amplio, si pueden tener una mesa junto a la ventana, se los recomiendo.
Pues ahí lo tienen, mi gran recomendación definitivamente es probar las papas fritas (que se preparan de manera diferente en cada lugar pero en todas son muy buenas) y la comida internacional, pues la comida alemana dicen que es mucho mejor en zonas más alejadas de la ciudad. La movilidad en general en los restaurantes es buena salvo por algún escalón que puede haber en la entrada, sin embargo el personal suele ofrecer ayuda para entrar y que te sientas cómodo. Una gran ventaja para nosotros extranjeros es que casi en todas partes hablan inglés, así que es fácil comunicarte con ellos.
Espero hayan disfrutado el recorrido conmigo, recuerden escribirme para recordarme más lugares y ¡buen provecho!
Atte. Atte. El gato con ruedas
P.D. Recuerden que pueden ver más fotos de mis aventuras en Instagram: @el_gato_con_ruedas
El gato con ruedas 