Un año sobre ruedas

Hola a todos! Hace un buen rato que no venía a escribir y la verdad lo extrañaba, pero a veces el tiempo no me rinde para todo lo que quiero hacer, así que trataré de no dejar este lugar tan abandonado.

Hoy estaba recordando que hace un año comencé con este blog y quería escribir algo especial, así que les contaré una pequeña anécdota que justo me recordó la razón por la que inicié con este espacio.

Como en muchas partes del mundo, nos encontramos en días feriados, así que salí de paseo con mi familia y algunos amigos. El destino elegido fue Tlaxcala y Puebla, lugares de los que ya he platicado un poco y que me encanta visitar en un fin de semana largo como éste.

En nuestro itinerario incluimos una visita al centro de Puebla, en donde por supuesto entramos a unas cuantas iglesias y decidimos que queríamos conocer la Biblioteca Palafoxiana, ubicada en la actual Casa de Cultura de Puebla.

Cuando llegamos al lugar, preguntamos por la Biblioteca y nos indicaron que ésta se encontraba en planta alta y para mi poco asombro, no había elevador. Afortunadamente iba con varios amigos que me pidieron cargar y subir a la biblioteca, sin embargo al llegar a la entrada me encuentro con un guardia que nos indica que no es posible pasar con la silla de ruedas. Me quedé pasmada un momento y volvimos a preguntar porque no estábamos seguros de lo que acababa de decirnos, así que nos repitió que no era posible pasar con la silla porque acababan de restaurar el lugar. Mi asombro era tal que le pregunté al guardia: ¿Eso significa que no puedo pasar? Su respuesta fue: claro que puedes pasar, pero sin la silla. Cuando preguntamos con quién podíamos hablar su respuesta fue:’9! El gobernador.

En ese momento me di cuenta que nos encontrábamos ante una persona que no comprendía que la silla es mi forma de recorrer el mundo y que prácticamente me estaban negando el acceso por ello. Lo más sorprendente es que las personas alrededor veían y escuchaban y no hacían nada, algunos comentaban que no era posible que eso pasara pero nos decían que pues nos retiráramos y ya no nos enojáramos.

Es verdad que causa impotencia este tipo de situaciones, sin embargo recordé que por eso quise iniciar este espacio, porque no es posible que nos encontremos en 2019 y aún tengamos que lidiar con este tipo de pensamientos. La inclusión no es hacer una campaña de marketing ni que las autoridades aparezcan en eventos públicos con personas con discapacidad, la inclusión viene desde el pensamiento que se transmite en casa.

Afortunadamente cuento con amigos y familia que a mi lado hacen todo por cambiar esta situación y finalmente contamos con la suerte esta vez de encontrarnos con la policía de turismo y el subsecretario de turismo del estado que nos pidió una disculpa y nos invitaron a pasar a un recorrido por la Biblioteca Palafoxiana, pero ¿Y si no los hubiéramos visto? ¿Y si no hubiera habido quien me cargara? ¿Es necesario que pase esto para poder ingresar a un lugar histórico como éste?

Tengo confianza en que el mundo está cambiando pero también creo que tenemos la obligación de seguir transmitiendo estos mensajes para hacer conciencia, así que les agradezco por seguirme en mis aventuras por el mundo y compartir el mensaje, hay un largo camino aún por recorrer.

Gracias por leer, no olviden seguirme en instagram @el_gato_con_ruedas y mandarme recomendaciones sobre lugares para visitar!

Atte:

El gato con ruedas