Hola a todos, ¿qué tal los trató el fin de semana? Espero hayan podido disfrutar del calor y los eventos del fin de semana después de unos días de contingencia ambiental que tuvimos (para los que no son de México, les cuento que la semana pasada tuvimos unos días bastante complicados en varias ciudades por el exceso de contaminación), más vale que esta llamada de atención nos haga pensar un poco más en las acciones diarias que tomamos para contaminar menos nuestro planeta.
Bueno y después de esta pequeña reflexión ecológica, les voy a platicar un poco de mi experiencia en algunas plazas comerciales que he podido recorrer. Si bien no les voy a mencionar todas y cada una de las que conozco, sí les voy a contar de algunas anécdotas y detalles que he notado que son bastante importantes para la accesibilidad en estos complejos que ahora abundan en casi todas las ciudades medianas y grandes.
Sin importar el tamaño, ahora es muy común que las plazas cuenten con estacionamiento, algunas te cobrarán por ello y otras no pero ya es casi seguro que tendrán algunos espacios para autos. Si bien se entiende que hay lugares donde el espacio es insuficiente, tener lugares reservados para personas con discapacidad es un requisito legal en nuestro país, sin embargo, hay lugares donde simplemente toman un cajón de estacionamiento normal y lo pintan para que se vea como «reservado». ¿Por qué esto es incorrecto? Bueno los cajones tienen una razón de ser: primero, deben estar cerca de las rampas de acceso, no es solo por tener una preferencia, sino que ir con la silla/andadera/muletas rondando en el estacionamiento puede ser peligroso y por supuesto cansado.

Por otro lado, los cajones deben ser más anchos que los comunes porque normalmente para poder bajar del auto con uno de estos artilugios, debemos abrir completamente la puerta del auto, es decir, necesitamos más espacio. Con estas características, un estacionamiento se vuelve bastante accesible, ejemplo de esto tenemos en Querétaro como Antea, Paseo Querétaro, Galerías, Puerta la Victoria etc. Como se dan cuenta, casi siempre son las plazas grandes y nuevas las que cuentan ya con estas características, pero eso no significa que las demás no puedan cumplir con estos requerimientos.
Ahora les haré una pregunta ¿alguna vez se han fijado en el tipo de piso que hay en las plazas? ¿Crees que puedes mencionar alguna plaza en donde el piso sea completamente plano? La verdad es que antes de empezar recorrer el mundo en mi silla, yo no me fijaba en eso, pero desde que voy sobre ruedas me di cuenta que muchos terrenos que me parecían planos, ¡no lo son! Hay muchas subidas, bajadas, pisos con empedrado e irregularidades, lo cual es casi imposible de evitar al 100% porque el terreno casi nunca es plano pero definitivamente se pueden hacer mejoras como poner pisos un poco más lisos en los estacionamientos o las plazas, evitar desniveles en las entradas y salidas o cerca de los aparadores y sobre todo, dejar los espacios adecuados para que las personas puedan pasar por los diferentes lugares de las tiendas.
Un tema que casi podríamos dar por sentado son los elevadores y las rampas. Hay personas que creen que porque las plazas son pequeñas, no ameritan tener un elevador, pero si les contara cuántas veces he llegado a un lugar y no he podido acceder a un lugar porque no hay elevador… Claro siempre está la opción de que entre varias personas me carguen, pero ¿y si no hay nadie que me apoye en ese momento? Sin mencionar que termina siendo un riesgo para quienes ayudan y para quienes son trasladados. Las rampas siempre son un tema a discusión con mis amigos y familia, pues además de que deben estar, deben ser útiles, es decir que tengan una inclinación no tan pronunciada, que no hayan obstáculos en el camino, que realmente estén al borde del piso y también que realmente estén ubicadas en lugares estratégicos. ¿Cuántas veces han visto una rampa que termina muy cerca de un escalón o que tiene un poste enfrente?

El último requisito y muy importante diría yo, son los baños. Pocas veces nos ponemos a pensar en eso pero hay muchos lugares que no se encuentran aún adaptados para personas con discapacidad. El problema de los baños regulares no es solo el tamaño, es que también requieren ciertas adaptaciones como una agarradera y un sistema que permita manejar todo con las manos (porque claro, me he topado con algunos que requieren de los pies para activarlos). Estos lugares a veces se encuentran en planta alta (cuando no hay elevador) o incluso existen pero están cerrados «por seguridad», lo que hace más complicado algo que debería ser en teoría bastante sencillo.
Afortunadamente muchas plazas ya cuentan hoy con casi todos los requerimientos necesarios para ser consideradas accesibles para personas con discapacidad motriz, sin embargo el tema más complicado sigue siendo la gente, porque muchos siguen sin comprender el por qué de estas adaptaciones y no respetan los espacios. No se trata de enojarnos con todos o pelearnos, si no de educarnos poco a poco en que todo tiene una razón de ser y que estos lugares existen porque facilitan la accesibilidad a todos, así que es nuestra tarea difundir el mensaje para que nuestra sociedad se vuelva mucho más sensible.
Gracias por leerme como siempre, les recuerdo que pueden ver más fotos de mis aventuras en @elgatoconruedas en Instagram y recomendarme otros lugares para conocer.
Atentamente, el gato con ruedas.