Psicóloga, activista, conferencista y bailarina, siempre acompañada de la sonrisa más grande que se puedan imaginar. Sofi me ha enseñado a disfrutar cada día sin dejar de luchar por la inclusión para personas con discapacidad.

Hola a todos! Hoy les traigo un capítulo más de esta bellísima sección en donde les cuento de mis amigos sobre ruedas, lo que he aprendido de ellos y cómo desafían todos los días el mundo que los rodea desde su trinchera.
La protagonista de hoy es Sofi, originaria de San Luis Potosí, a sus 23 años ya nos puede presumir de un currículum más que completo: recién egresada de Psicología, Conferencista a nivel internacional, activista y Directora del departamento de inclusión en el Consejo Juvenil de San Luis Potosí.
Su discapacidad es de nacimiento, específicamente nació con espina bífida e hidrocefalia, diagnóstico muy conocido entre las personas en silla de ruedas, pues es una de las causas más comunes de discapacidad motriz de nacimiento (al menos en México). Sofi no tiene sensibilidad del ombligo hacia abajo, por lo que me identifico mucho con el nivel de su lesión medular, además de que ser compañeras de baile y ser un gran ser humano.

Al igual que Dirk, Sofi cuenta con mucha más experiencia que yo en el mundo de la inclusión y accesibilidad, y siendo una vocera de este rubro, quise preguntarle un poco sobre su opinión al respecto:
«Hay lugares de lo más comunes en la vida diaria que son poco inclusivos y accesibles, por ejemplo el cine, siempre me ha parecido interesante el punto sobre dejarnos hasta el frente. No es nada cómodo, no solo para nosotros, si no también para nuestros acompañantes y en más de una ocasión ni siquiera puedo llegar hasta la primera fila porque el lugar no está bien adaptado. Este tipo de cosas nos ponen en riesgo a todos» me comenta al preguntarle cómo ve nuestro país en ese aspecto.
Uno de los mayores retos para ella, ha sido finalizar sus estudios superiores. Pues me compartió una anécdota de la secundaria, en la que justo por falta de accesibilidad en las instalaciones, sufrió un accidente mientras unos amigos la ayudaban a trasladarse por las escaleras. A muchos les podrá parecer que lógicamente este tipo de accidentes pueden ocurrir (cargar a una persona adulta por escaleras o terrenos inclinados), pero coincido con ella que a veces no queda de otra y nuestros amigos o familia, con tal de llevarnos a donde necesitemos, harán todo lo posible, poniéndonos en riesgo tanto ellos como nosotros.

Pero la accesibilidad podría ser un problema menor, cuando lo que falta es empatía, pues una vez terminada la secundaria, en más de un plantel de preparatoria, no le fue permitido ni siquiera aplicar examen de admisión, debido a que no se comprometían a hacerse responsables por su situación. Sofi es una mujer con una gran cantidad de habilidades y cualidades, entre ellas la perseverancia, por lo que esto no fue más que un impulso para seguir buscando, hasta que logró entrar a la preparatoria, a la cual le realizaron algunas adaptaciones en su infraestructura para que ella pudiera llevar a cabo sus actividades como cualquier estudiante.
Para Sofi, lo que hace falta en el mundo para ser más inclusivo es un poco de empatía. Los viajes y experiencias de vida, le han enseñado que la sociedad avanza y entre más información haya, las personas pueden entender mejor nuestras necesidades, por ello disfruta el poder compartir su opinión a través de conferencias.
Ella al igual que yo, esperamos que con el paso del tiempo, el mundo se pueda poner un poco más en nuestro lugar y así, no solo tengamos soluciones accesibles, si no también inclusivas.

¡Gracias Sofi por compartirme a mí y al mundo tu valentía y alegría! Próximamente tendremos más invitados en esta sección de amigos sobre ruedas.
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Atte. El Gato con Ruedas
[…] Isa me compartió una historia en la que fue con su hermana al cine (sí, como les platicaba con Sofi o en el post sobre los espectáculos, este tema es muuuuuy común cuando estás en silla de […]
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[…] entradas angostas y muy pocas opciones de transporte para poder llegar. Ya nos contaban Sofi y Mariana en sus entrevistas la experiencia de ir a una escuela en la que prácticamente dependían […]
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