Rodando con mis amigos: Isa

Energía al 100. Son las mejores palabras que encontré para describir a mi invitada de esta semana. Una persona activa de pies a cabeza, de mente y alma, una amiga que va a estar ahí para ti en todo momento, a quien la silla de ruedas no la define, pero que la ha forjado como la mujer que es hoy.

Ha llegado un capítulo más de esta sección de Mis amigos sobre ruedas. Esta semana tengo el gusto de presentarles a una de las personas de las que más he aprendido en este último año, alguien a quien admiro mucho y que me ha llevado a ver de una manera muy diferente el mundo de la discapacidad.

Isabel Montes, de 35 años de edad y originaria del Estado de México, psicóloga de profesión, actualmente forma parte del mundo «godín proletariado» (como lo describimos de broma a veces) en una empresa trasnacional de consumo masivo. Tuve el placer de conocerla a través de uno de nuestros hobbies: bailando; y además de coincidir en eso y en la silla de ruedas, al igual que yo disfruta de nadar, una buena taza de café y de filosofar desde tonterías hasta la trascendencia de la vida.

La accesibilidad hoy es una discapacidad

La discapacidad llegó hace 20 años después de un accidente automovilístico, curiosamente en un viaje de vacaciones a Querétaro. Sin ahondar en este hecho, es una realidad que toda su historia la convirtió en la mujer convincente y fuerte que es hoy, sin embargo siempre me ha dejado muy claro que la silla de ruedas no la define a ella ni a nadie como persona.

Preguntando sobre su experiencia en accesibilidad, Isa nos podría hablar durante horas, no solo por vivir con esto diariamente, si no que también estuvo trabajando muy de cerca de estos temas por 10 años, así que comienza con una simple frase: «es algo bastante complejo». Para ella, podríamos comenzar por la definición actual de discapacidad que la ONU nos da, en la que se explica que esta clasificación surge a raíz de las barreras en la sociedad que no permiten que la interacción entre las personas sea la misma y por ende, haya una desigualdad de condiciones más allá de las deficiencias físicas, mentales o sensoriales que se tengan. Esto significa que la accesibilidad hoy es una discapacidad, pues es una barrera que no permite llevar a cabo tus actividades sin apoyo.

Los derechos humanos también evolucionan

Con la oportunidad de viajar a otros países, Isa me comparte que en realidad, estamos en un punto en que solo hay dos opciones: una sería reconstruir el mundo por completo para hacerlo inclusivo, pues de manera «natural» el mundo fue hecho para las personas de pie. Claro que al quedar descartada esta opción, nos queda solo una: consciencia. Aún estando en un país desarrollado o «de primer mundo», no existe la inclusión al 100%, pero la cultura sí que hace la diferencia: desde no estacionarse en los lugares reservados cuando no los necesitas, abrir una vacante de trabajo en tu empresa para contratar a personas con discapacidad, diseñar un edificio pensando en la funcionalidad o enseñándoles a tus hijos que una silla de ruedas no es el límite.

Si vamos un poco más allá, tocamos el tema que últimamente ronda mucho por mi mente también: la accesibilidad no garantiza la inclusión, por lo que es apremiante como sociedad que pensemos más en este término. Isa me compartió una historia en la que fue con su hermana al cine (sí, como les platicaba con Sofi o en el post sobre los espectáculos, este tema es muuuuuy común cuando estás en silla de ruedas). Prácticamente cuando intentaron entrar, se dan cuenta en taquilla que habían vendido el boleto junto al lugar asignado para la silla de ruedas. Al pedir hablar con el gerente (ya que las personas de esos lugares no quisieron cambiar), le dijeron que su hermana se podía sentar en la fila de adelante. «¿Cómo esperaba que compartiéramos el combo de palomitas?» me dice Isa mientras ambas nos reímos porque sabemos que no será la primera ni última vez que eso suceda. Claro que en el momento le regalaron una gran cantidad de boletos para el cine, evitando así un escándalo (lo cual lograron), pero al final queda como una de esas experiencias en donde la accesibilidad fue más allá de la infraestructura: se quedó a nivel de empatía y cultura.

La diversidad es una realidad y la inclusión una elección

Si bien nos queda un buen camino por recorrer, Isa sabe y es consciente de que esto ha avanzado muchísimo. «Los derechos humanos no son los mismos que hace 10 o 15 años y he sido testigo de la transición. Aún antes del 2001, existía la clasificación internacional de «deficiencia y minusvalía», por algo existen estos términos que hoy ya no son aceptados (minusválido, discapacitado, etc), hoy se manejan términos mucho más positivos y reales y esto es muy importante. Hoy los derechos humanos evolucionan y ahora la clasificación se hace en base al «funcionamiento», lo cual implica que evaluamos en base a la capacidad y no a lo que no podemos hacer» nos comparte.

Para cerrar nuestra conversación, le pregunto cómo ve el futuro de este tema. «La diversidad es una realidad y la inclusión una elección» comienza diciendo. Si bien hay mucha gente que habla de esto, lo ven más como una «moda» que como una realidad y una necesidad, creyendo que aquel que no lo toma en cuenta, cae en la ignorancia, como si fuera de alguien «educado» hablar de inclusión. Pero esto va más allá y comienza en el día a día, moldeando el pensamiento para abrir las oportunidades en cada pequeña acción hacia un mundo más consciente. Hoy creo en un México que ha tenido desafíos, entre ellos el reto de aprender a «ver», de ver por el otro y de manera real, de comprometernos con la inclusión al ver con los ojos de la inclusión. Todos tenemos la necesidad de ser vistos, y la inclusión debe ser una mirada que nutra.

La inclusión, debe ser una mirada que nutra

Sin duda, hablar con Isa a mí me nutre, no importa si hablamos de la última película que vimos, del mundo godín o de los retos que vemos para las personas en silla de ruedas a nivel derechos humanos, realmente conocer a Isa te cambia la perspectiva de la vida, al menos yo, le agradezco haberlo hecho conmigo. ¡Gracias por acompañarnos en esta sección!

No olviden seguirme en mi perfil de Facebook (@elgatoconruedasblog) e Instagram (@el_gato_con_ruedas), para ver un poco más de mi día a día.

Atte. El Gato con Ruedas

2 comentarios en “Rodando con mis amigos: Isa

  1. Avatar de Chantal CabreraChantal Cabrera

    La inclusión es el nivel más elevado que puede alcanzar la sociedad, ya que implica la superación y eliminación de cualquier tipo de barrera
    Ojalá con más testimonios nos informen y ayuden a que la ignorancia de las personas vaya aminorandose cada día pues el estado de privilegio nos cega

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  2. […] igual que Isa y una servidora, Annie vive en el mundo godín, sin embargo durante muchos años su interés estuvo […]

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