Rodando con Dany

Licenciada en Negocios Internacionales, subcampeona de remo a nivel nacional, bailarina y con un carisma que te encanta, Dany a sus 28 años nos da un ejemplo de cómo aunque a discapacidad cambia la vida ciertamente, la vida nos tiene preparadas sorpresas siempre.

Hace apenas dos días terminamos las emocionantes jornadas que Tokio 2020 nos regaló en estos peculiares Juegos Paralímpicos. Orgullosamente, nuestros para atletas demostraron una vez más que las barreras son mentales y que a pesar del poco apoyo recibido tanto por medios como por instituciones, ellos van a competir con los mejores del mundo y a ganarse su lugar. Ustedes saben que normalmente no me gusta tirar negatividad (al contrario) pero debemos admitir que la cobertura de los juegos por parte de las cadenas nacionales (incluyendo Claro Video) dejó mucho que desear, los recursos que les otorgaron fueron pocos y realmente merecen mucho más al ser nuestros representantes en una competencia de dicho calibre. Fue así como México con 22 medallas en total, 7 de oro, 2 de plata y 13 de bronce, cumplió con todos los objetivos planteados para estos juegos y quedó en el Top 20 a nivel mundial.

Quienes me conocen más de cerca, saben que el atletismo no es lo mío, pero me encanta ver los deportes y conocer más de sus vidas porque realmente me parece impresionante cómo llevan a sus cuerpos al límite y logran proezas que pocos siquiera imaginamos. Cuando conocí Dany, de inmediato me cautivó su energía, pero cuando supe que era una atleta de alto rendimiento, supe que tenía que entrevistarla en algún momento para este espacio de Mis amigos sobre ruedas.

La energía de Dany es contagiosa aún a distancia

Originaria de la Ciudad de México, graduada de Negocios Internacionales, Daniela Sánchez Bohorquez tiene una lesión medular entre T3 y T4 adquirida por un accidente de auto hace 8 años. Actualmente trabaja en una comercializadora importadora de equipo médico, específicamente en el área comercial llevando los proyectos de licitaciones. Además de esto, tiene la energía (que ya admiro muchísimo que la tenga) para practicar remo de manera profesional, además de bailar y tener una vida social muy atareada (no por nada tardamos una semana en tener esta esperada entrevista).

El remo llegó a su vida algunos meses después de haber adquirido la lesión. Desde antes de utilizar la silla de ruedas, Dany ya era una amante de los deportes, le gustaba nadar, correr, bailar, siempre estaba intentando alguna actividad nueva. Cuando adquirió su discapacidad, comenzó a salir al parque a rodar por las tardes, fue en dicho parque (Cuemanco para quienes se ubican en la capital), que le llamó la atención un grupo de personas que estaba practicando remo. Una persona en silla de ruedas se le acercó y la invitó a realizar una prueba para ver si era posible que entrara al equipo. Esa persona resultó ser Alejandra Menzi, quien desde ese momento se convirtió en su entrenadora y que hasta hoy sigue acompañando al equipo de remo nacional.

Si bien al inicio fue una actividad entretenida, algo así como un pasatiempo, poco a poco comenzó a tomar el gusto también por competir, por lo que empezó a dedicarle más tiempo y a entrenar de manera mucho más fuerte, de modo que empezó a clasificar para competencias a nivel nacional. Si bien hoy no está de lleno en el deporte, diariamente dedica al menos 3 horas a su entrenamiento, que va desde acondicionamiento físico hasta practicar en remo (que ahora utiliza el aparato fijo porque no es posible salir tanto por la pandemia).

Su entrenamiento implica acondicionamiento físico en el gimnasio además de las prácticas de remo

Su competencia más grande hasta ahora, fue la reciente Clasificación Continental Olímpica y Paralímpica de las Américas, la cual se llevó a cabo en Río de Janeiro en marzo de este año y en la cual además de clasificar a nivel general a los atletas, se elegirían ya a los candidatos para Tokio 2020. Para esta ocasión intensificó su entrenamiento al máximo, de modo que prácticamente solo descansaba para comer y dormir los meses previos a la competencia. Las condiciones no eran las ideales, pues además de las restricciones para entrenar por el COVID que comenzaron desde un año antes, las fechas no eran definitivas para las regatas debido al incremento de casos de ese momento.

Finalmente llegó la esperada fecha, Dany se encontraba en su primera competencia a nivel internacional con las emociones al límite: emoción, temor, alegría, preocupación, de todo. Los primeros días, se dedicaron a probar la pista y a las primeras regatas para ir avanzando hacia la semifinal y final respectivamente. Dany compite en la categoría PR1, la cual se refiere a que únicamente mueve los brazos, a diferencia de PR2 en donde los atletas tienen mayor movilidad de su tronco y la categoría PR3 en donde la discapacidad les permite cierta movilidad de piernas.

El remo la ayudó a superar una gran cantidad de cosas, pero sobre todo a sentirse libre.

La gran sorpresa de Dany, fue que al probar la pista, se sentía diferente, pues a diferencia de Cuemanco, la pista en donde se encontraban era un lago natural, lo cual implica que tiene cierto oleaje, sin mencionar que las corrientes de aire eran mucho más fuertes a las que estaba acostumbrada. El miedo llegó a ella, como si nunca hubiera entrado al agua por primera vez, pero decidió que si ya estaba ahí era para probarse a sí misma, fue así que logró ir mejorando sus tiempos en las diferentes regatas, llegando hasta la final.

La final es una de las regatas que más ha disfrutado y recuerdas hasta hoy. Dany siempre se siente con más confianza para competir por las mañanas, pero en esa ocasión se programó para la tarde. El clima no era su mejor aliado pero se encomendó e inició la regata final. Sentía el cansancio de los días previos que habían sido de concentración máxima y entrenamiento así como de las corrientes que ponían resistencia, comenzó a llover y la marea se sentía más fuerte, pero el Cristo de Corcovado la acompañaba a la lejanía y recordó porque estaba ahí. Finalmente logró terminar la regata, con un arcoiris de fondo y obteniendo la medalla de plata en su categoría a nivel continental en su primera competencia a nivel internacional.

Si bien no pudo clasificar para los Paralímpicos, admite que no se sentía lista para llegar a eso, su objetivo era justo medirse a nivel continental y logró un resultado impresionante en su debut. Además de eso, pudo vivir la experiencia de convivir con atletas de todo el mundo, la concentración, el entrenamiento, ella disfrutó todo de inicio a fin y regresó a casa con un objetivo en mente: París 2024.

Dany ganó la medalla de plata en su debut de la Clasificación Continental Olímpica y Paralímpica de las Américas de remo.

Platicando de los retos que ha vivido ella a nivel deportivo, habla por supuesto de la falta de recursos. En verdad el apoyo es tan poco, que en su categoría cuentan únicamente con dos botes para todo el equipo, así que con eso se deben adaptar para entrenar. No se diga de los apoyos para viajar a las diferentes competencias, sin embargo su entrenadora, siempre los impulsa a buscar junto con ella esa ayuda de otros medios, de modo que han logrado sacar el equipo adelante.

No sé ustedes, pero a mí me quedaron muchas ganas de seguir platicando con Dany, así que ya tendremos que programar un café próximamente porque en verdad que tiene muchas anécdotas y experiencias para compartirnos. Sin duda alguna, le seguiremos la pista en los siguientes años rumbo a sus próximas competencias.

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Atte. El Gato con Ruedas.

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