México es una zona sísmica debido a su ubicación geográfica, además de estar rodeados por océanos y tener distintas zonas volcánicas, por lo que es común hacer simulacros en caso de emergencia en las escuelas, centros de trabajo y edificios públicos, pero si voy en silla de ruedas ¿cuál es el protocolo?
Septiembre es un mes memorable para los mexicanos, no solo por la celebración del Día de la Independencia, sino también porque es el aniversario de 2 grandes sismos que sucedieron exactamente el mismo día pero con 32 años de diferencia. Irónicamente el 19 de septiembre de 2017, un terremoto sacudió el centro del país algunas horas después de recordar el terremoto de 1985, que tristemente es recordado por la catástrofe que se vivió en diversas ciudades, entre ellas la capital.
Además de ser una zona sísmica, tenemos una buena cantidad de volcanes activos aún y dos océanos que nos rodean y nos mantienen alertas siempre en época de huracanes, así que los protocolos de evacuación, deberían ser de lo más comunes en nuestra cultura. Pero más allá del: «no corro, no grito, no empujo», ¿sabemos qué dice el protocolo para las personas con discapacidad? Por practicidad me enfocaré en los usuarios de silla de ruedas, pero al final les daré algunos consejos generales que aplican a otras personas con discapacidad.
Primero es importante mencionar que los edificios y/o estructuras suelen tener muchas diferencias entre sí en cuanto a accesos, rutas de evacuación, cantidad de pisos, etc., por lo que el protocolo se adaptará a la situación y los usuarios, pero si es un edificio público, deben estar preparados ante cualquier situación. Para ello, además de los señalamientos que deben ser visibles y accesibles para todos (un día hablaremos de pictogramas universales), se debe contar con una brigada de emergencia que debe estar entrenada para actuar ante cualquier circunstancia, incluyendo la evacuación de personas con discapacidad.
Lo recomendable en una institución o servicio privado, es saber si hay personas con discapacidad dentro del edificio en todo momento, lo cual suele ser más sencillo como en una escuela (incluso las públicas entran en esta clasificación) o una empresa, pues se tiene un control más regular de las personas que ingresan y salen, de esta manera se tienen bien ubicados los puntos más probables en donde podría encontrarse la persona con discapacidad (su salón o su lugar de trabajo por ejemplo).
La evacuación de las personas con discapacidad, se debe realizar al mismo tiempo que el resto de las personas, siempre y cuando no obstruya o aumente el tiempo de la evacuación general, esto significa que hay casos en que somos los últimos en abandonar el edificio y siempre con el apoyo de un miembro de la brigada de emergencia, aún estando en una planta baja. El punto de reunión es el mismo que el de todos y de ser posible, debe haber una silla de ruedas de emergencia para utilizarla en caso de que no haya sido posible trasladar la suya al momento de la evacuación.
Ahora, ¿qué pasa si estamos en planta alta? De manera general, no está permitido utilizar elevadores, además de que sería muy impráctico hacerlo por no mencionar peligroso. Existen unas sillas especiales de emergencia, con las que es posible que un miembro o dos de la brigada puedan deslizarnos rápidamente a través de las escaleras. Si no se cuenta con esta, nos deben cargar y de ser posible también nuestra silla, dando prioridad siempre a la persona.
Y la pregunta ¿cómo nos deben cargar? Porque seamos honestos, tanto el que carga como el que es trasladado, corre un riesgo, pero hay formas de disminuirlo. A continuación te muestro dos maneras, tomando en cuenta si es una o dos personas las que realizan el traslado.

La realidad es que en una emergencia, muchas veces olvidamos los protocolos, por ello la importancia de los simulacros. Pero bueno si no podemos hacer la salida como en el simulacro, ¿qué pasa si no puedo moverme y no pueden ir por mí? Tratar de encontrar algún espacio con protección como debajo de una mesa o bajo el ángulo de una pared, poniendo frenos a la silla y cubriendo la cabeza, intentar guardar la calma hasta que un miembro de la brigada pueda apoyarnos con el traslado.
Y bueno, algunas recomendaciones generales que nos dicta la NOM-008-SEGOB-2015 (sí, existe una norma, para que cheques si en tu trabajo y/o escuela la aplican) son:
- La brigada de emergencia deberá conocer el procedimiento para brindar apoyo a las personas con discapacidad.
- La evacuación se realizará de manera simultánea exceptuando a las personas con discapacidad física que requieran un paso más libre para salir.
- Las personas con discapacidad deben llegar al punto de reunión correspondiente.
- Los apoyos de las personas como bastón, perro guía, silla de ruedas, etc. deben ser evacuados junto con la persona en la medida de lo posible.
- Al ofrecer apoyo a la persona, se debe explicar la situación de manera clara y tranquila explicando el procedimiento a realizar.
Si bien es un tema que parece lógico, es muy importante que las instalaciones cuenten con los protocolos necesarios, aún más en una zona geográfica como la nuestra en la que sabemos que este tipo de emergencias pueden suceder de manera continua.
¡Cuéntenme cómo han vivido los simulacros de este mes y si agregarían algún otro consejo para mejorar los protocolos actuales! Les recuerdo que pueden seguirme en mi Instagram y Facebook para ver más de mi día a día y escribirme porque me encanta leerlos.
Atte. El gato con ruedas



