Rodando con Coldplay

El famosísimo tour de Coldplay pasó por México hace unas semanas y como buena fan estuve esperando la fecha del concierto desde que anunciaron la venta de boletos. Sí, probablemente pensarán que esto no tiene nada que ver con la accesibilidad, pero si algo ha destacado en esta gira de Music Of The Spheres, es la gran cantidad de acciones en pro del medio ambiente y la inclusión, que ha llevado a cabo la banda inglesa.

Hace unos meses, les platicaba de mi experiencia sobre ruedas en un espectáculo, en donde abordábamos algunos escenarios como conciertos, obras de teatro, juegos de fútbol, etc. Así que adentrándome de nuevo en este mundo, hoy les traigo mi reseña sobre mi más reciente experiencia en un espectáculo: el concierto de Coldplay en el Foro Sol en la Ciudad de México.

Seguro fueron partícipes de los memes que hace unas semanas circulaban por las redes sobre «Coldplay lleva tanto en México que…» porque se aventaron 8 fechas en nuestro bello país y fui una de las afortunadas que pudo verlos en vivo, después de 6 años de ausencia y 2 de pandemia, me aventé a irme a un concierto masivo porque para los que no saben, es mi banda favorita, así que no pensaba perdérmelo.

Este tour además, está sonando mucho en varios medios debido al show que presentan, en el que hacen uso de la tecnología para que todos formen parte de una experiencia inmersiva, pero esta vez, también para que toda la gira fuera lo más ecológica posible. ¿Cómo? el equipo implementó varias acciones para disminuir su huella ecológica, como organizar la logística de manera que usaran lo menos posible el avión y de usarlo, usarían vuelos comerciales. El dinero recaudado en el tour, tiene un gran % que se va a causas ecológicas locales y por si fuera poco, en cada show instalan piso cinético y bicicletas generadoras de energía, con lo que los mismos espectadores producen energía para las luces del show al moverse.

Como si esto no fuera suficiente, la banda ha apostado por hacer la experiencia mucho más inclusiva para las personas con discapacidad auditiva, por lo que hay un grupo de traductores de lengua de señas en todo momento cantando sus éxitos y las personas llevan unos chalecos especiales que vibran con la música para que formen parte del espectáculo lo más posible. No sé ustedes, pero yo nunca había pensado en que este grupo de personas no puede disfrutar un concierto como la mayoría, así que un 10 a esa acción también.

Vayamos ahora sí a lo acontecido. Como bien saben, en casi todos los espectáculos, existe una zona para personas con discapacidad, de hecho en el post que comentaba al inicio, les platico de esta experiencia, que en algunos foros puede ser buena y en otros no tanto. Cuando los boletos salieron a la venta, realmente me la pensé mucho: ¿será que quiero estar en la zona azul? ¿o me voy a aventar a la zona general?

Como contexto (si de plano no leyeron mi post sobre los espectáculos), la zona azul del Foro Sol, es una plataforma que se encuentra en la zona general en la parte derecha atrás (por donde está la zona de comida, o mejor aún, la salida), así que aunque podemos decir que la vista es buena, pues se encuentra un poco apartada del «ambiente» de un concierto, porque no me dejarán mentir, si van a uno de estos espectáculos, lo que quieren es bailar, cantar y sentir la energía de todos saltando al mismo tiempo.

Bueno pues nunca había ido a la zona general en silla de ruedas, pero ¿saben qué? esta era la ocasión para intentarlo, por dos sencillas razones: la primera, es que yo quería saber qué tan factible era estar ahí abajo con todos, sin sentirme excluida en una zona especial para la silla, quería bailar y cantar con el resto. La segunda, es que hace 6 años que los vi, me prometí a mí misma que la siguiente ocasión debía estar ahí abajo, en la zona general, porque en serio es un show que vale muchísimo la pena.

Llegó el día, fui con uno de mis mejores amigos al esperado concierto. Decidimos llegar en Uber para ahorrarnos el problema de buscar estacionamiento, lo que de entrada ya les recomiendo, las calles alrededor son bastante accesibles y de por si con tanta gente caminando en ese momento a la entrada, es muy fácil que te den el paso. Una vez llegando a las puertas del foro, nos identificó el staff de la zona azul (perdonen, así le digo porque literal siempre es azul y las personas van de azul, obvio con el logo de personas con discapacidad), y estas personas nos ofrecieron llevarnos en el carrito de golf a nuestra entrada, esto a pesar de que no llevábamos boletos especiales, a lo cual ya le doy otro 10.

El escenario y la iluminación siempre lucen muchísimo en estos shows

Nos llevaron lo más cerca posible de la entrada y me preguntaron si no prefería estar en la zona azul (sí, a pesar de que no llevaba boleto me lo ofrecieron), como les expliqué que no, me hicieron firmar una carta responsiva, lo cual es entendible pues si algo sucede, es bajo mi responsabilidad al estar más lejos de los paramédicos y el resto del staff.

Bueno, pues llegamos, nos acomodamos en una zona donde podíamos ver bien y al mismo tiempo estar cerca de la comida, baños, staff en caso de necesitar algo. Como en cualquier evento masivo, tomamos nuestras precauciones para encontrarnos al final en algún punto en caso de perdernos entre la multitud a medio concierto. Todo iba bien hasta que las mismas personas alrededor decidieron que era buena idea pedir que nos dejaran pasar más al frente para que yo pudiera ver mejor. Si bien nos rehusamos unas cuantas veces, la insistencia fue tanta que en efecto las personas nos empezaron a abrir paso (unos de mala gana y otros de buena) para dejarnos pasar. Bueno, pues les cuento que terminamos bastante bastante enfrente (no en primer fila pero sí en segunda) por lo que tuvimos una vista INCREÍBLE. Bailé, canté, reí, grité, lloré, salté y disfruté el concierto como no tienen idea, porque estaba ahí, con todos (sí sí con posible covid pero la situación lo ameritó, #sorrynotsorry), no me sentí excluida para nada, vi a mi banda favorita y cumplí conmigo misma mi promesa.

La pregunta del millón, ¿fue correcto que nos dejaran pasar? no lo sé amigos, creo que si me dejan estar hasta el frente no le tapo la vista a absolutamente nadie, y aunque no me formé horas y horas como muchos, la realidad es que por una cuestión de salud tampoco lo puedo hacer, así que agradezco infinitamente a las personas a mi alrededor y a mi buen amigo Alex por cuidarme y dejarme disfrutar de esas horas en las que fui una más de los fans.

Varios amigos sobre ruedas me han preguntado si recomiendo más la zona general que la zona azul. Mi respuesta es: sí, pero depende de lo que busques y necesites. Yo amo estar en el relajo, gritando y bailando, pero eso no significa que a todos les guste, además de que tu lesión o tu estado de salud puede requerir de apoyo en algún momento, por lo que si es el caso, la zona azul es la opción, que ¡ojo! tampoco es mala, solo creo que te hace sentir un poco excluido del resto de la experiencia y es la única opción que nos dan a las personas con discapacidad.

Espero hayan disfrutado este post amigos, no olviden seguirme en mi Instagram para ver más sobre mi día a día (les subiré videitos a mis historias esta semana sobre lo que viví en el concierto, disculparán el spam).

Atte. El Gato con Ruedas

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